
Cuanto amanecer a la orilla del camino.
La continua repetición del silencio
deambula de palabra en palabra en tus oídos.
Los ojos de la experiencia son un mito.
Tu mirada se detiene en la misma orilla
para embriagarse de lluvia y estrellas
olvidadas a la altura de los ojos
y tu boca sin aliento.
Regreso al único árbol que espera el otoño
para colgar acertijos en sus ramas desnudas
y verlas caer como lluvia o lágrimas
a la altura de tus ojos y de tu boca sin aliento.